
Nace en el País Vasco en 1970. Su trayectoria en el cine comienza en la infancia con la participación en películas como “Akellarre” y “Tasio” y tras la serie de televisión “NAZCA” viaja a Ecuador donde ha vivido 25 años. Allá modifica su perspectiva desde la cual hacer cine y se forma como montadora. Desde entonces ha montado y reescrito una larga lista de largometrajes de ficción y no-ficción, a este y aquel lado del océano.
Estudia interpretación actoral en la Escuela de interpretación de Cristina Rota en Madrid y en el Estudio de Actores , en Quito.
Posteriormente se gradúa en dirección de cine en el Instituto de Cine y Actuación, Incine de la ciudad de Quito, donde imparte tutorías de actuación y montaje.
Es codirectora, coguionista y montadora de los largometrajes documentales “Asier ETA biok (Asier Y yo), coproducción entre Ecuador y España, ganador del Premio Irizar del Zinemaldia, entre otros premios internacionales; “Non Dago Mikel? (Dónde está Mikel?”, selección oficial en FICG, Docs Valencia, Docs Me´xico y Mneción especial del Jurado SSIFF.
Su último largometraje documental como codirectora, “Que se sepa”, ha obtenido una Biznaga de plata en el festival de Málaga y ha ganado los festivales Docs Valencia, Festival Internacional de Derechos Humanos de San Sebastián y de Bilbao, entre otros.
TESTIMONIO:
Participé dos veces, la de San Miguel y la de Loreto. La primera es la que recuerdo con más intensidad, porque San Miguel, ese pueblo en escalera en el cruce de dos ríos imponentes es demasiado lindo. La experiencia laboral fue espectacular en ambos casos, tanto con los habitantes y participantes como con los compañeros y compañeras de trabajo. Sin embargo lo que ha quedado grabado en mi memoria, como cincelado, son tres recuerdos de San Miguel:
El primer recuerdo es la imagen más bella que he visto en mi vida y que además la grabamos: temprano en la mañana los niños de los barrios o pueblos cercanos a la escuela de San Miguel vienen río abajo, con sus uniformes, remando de pie sus angostas canoas. Yo estoy arriba del todo, en el balcón de nuestra guarida comunal, ubicada justo en medio de los dos ríos que desembocan en uno solo. No se escucha motor alguno, tan solo el río y los pájaros. Es pura magia.
El segundo es la risas de los habitantes de San Miguel, de todas las edades, viendo en pantalla gigante y al aire libre Tiempos Modernos de Chaplin.
El tercer recuerdo es el de mi propia risa, inagotable, cuando tras la jornada laboral nos juntábamos todas a bailar lo que pinchaban la Sacer y el Diego y el que quería.
¡Qué bien se está cuando se está bien!